Hoy, lunes 30 de Enero de 2012, se ha dado a conocer el logotipo para la candidatura de Madrid 2020, desvelado a la vez que su página web y el equipo de trabajo de la candidatura en un acto celebrado en el Comité Olímpico Español (COE). Como en años anteriores, no han tardado en lloverle las críticas horas después de dicha presentación. ¿Lo motivos? Desde el método de elección, hasta el resultado final, pasando por detalles como la tipografía, tamaños, colores, erratas… El caso es que el nuevo diseño de Madrid 2020 está siendo tan criticado que ya se ha colocado como Trending Topic nacional en Twitter.
Personalmente, nada más verlo y puesto que la imagen me llamó la atención antes del texto, pensé en una campaña de chanclas, y concretamente en la marca Havaianas, tras leer el titular quedé sorprendido y, después de leer la noticia y los primeros comentarios, me di cuenta que no fui el único en pensarlo. Además de esto, que podría ser una tontería, el nuevo diseño lleva al observador al equívoco, pues parece que en el isotipo (parte, generalmente, icónica o más reconocible de la disposición espacial en diseño de una marca), pone 20020 en vez de 2020. No entro en si gusta o no gusta, simplemente digo que si una imagen necesita ser explicada con palabras, ya está todo dicho. Si tienen que decirte que las formas representan la puerta de Alcalá, que donde tú lees 20020 es en realidad una «m» delante del «20», etc., es que el logotipo no está hecho correctamente.
Después de esto, me ha impactado tremendamente el uso y cambio de los colores olímpicos. En el diseño aparecen el rojo, amarillo, azul, verde y ¿morado en lugar del negro? No sé cuánta importancia puede tener un cambio de esta magnitud en la gama cromática, pero imagino que se especificaría en el briefing y dudo que agrade al Comité Olímpico Internacional (COI).
Además de todo esto, veo que Madrid ahora lleva tilde en la «i», pero el estudio encargado del restyling del diseño ganador lo atribuye al argumento: «la tipografía es así«. Y yo me pregunto, ¿años dedicados a ésta profesión y aún no saben subsanar esos «detalles»? En éste párrafo, además del tema «tilde», me llama la atención el uso de minúsculas y mayúsculas, ¿por qué Madrid en minúscula? Y si se hace ese uso, ¿por qué no equilibran la altura de los dígitos a las letras? Y luego, ¿por qué en el uso del claim «Ciudad Aspirante» lo han escrito como un titular, con dos capitulares iniciales? No lo sé…
Personalmente, me duele todo éste aluvión de críticas porque se han vertido sobre un chaval aragonés de 21 años, Luis Peiret, estudiante de diseño gráfico, que para más inri, no es el autor de dicho logotipo. La creación definitiva del emblema del tercer proyecto olímpico consecutivo de la capital, ha sido obra de la agencia TAPSA. Como dice el propio Luis Peiret, y tiene toda la razón, “prefiero que se sepa que es mi idea pero no mi logotipo; no es mi diseño”. En la imagen podéis ver las diferencias entre ambos logotipos. Desde el Ayuntamiento se asegura que en las bases del concurso se especificaba que se podrían hacer todas las modificaciones que la candidatura considerara necesarias para su presentación final. Peiret se reitera: “Ese logo no es mío. Yo entregué el diseño y un estudio se ha encargado de hacer la modificación del proyecto. Estoy agobiado porque no hago más que ver comentarios en internet”.
Éste caso, vuelve a dar la razón a los que reclaman que la creación de un concurso entre amateurs y estudiantes es el primer error, y el más grave. Puede estar bien en algunos casos, pero no en un proyecto de transcendencia mundial, en el que se invertirán miles de millones. Personalmente, me parece una falta de respeto hacia los profesionales que hay en toda España.