Ésta mañana he encontrado un vídeo en YouTube, con un niño y su mamá como protagonistas. No sé si será un Spot real de Lexus o… como es habitual en la red, un «trucho» publicitario en toda regla. Lo que sí sé, y por eso postéo ésta entrada, es que se trata de un concepto genial,… Magnífico diría yo y digno de una mejor ejecución. Ésta última es la que me hace plantearme si de verdad se trata de un anuncio real o un trucho.
Este vídeo, demuestra nuevamente que un gran concepto, simple y directo, puede facilitarle mucho las cosas a una empresa y ahorrar un gran porcentaje de la inversión en publicidad, pues la ejecución del spot, no tiene porqué conllevar un gran desembolso ni ser una superproducción.
Para los que no conocen el término «Trucho», se trata de una pieza o montaje publicitario firmado por una marca, con el fin de ser presentado a concurso o, que no pertenece a dicha marca. Está avalado por la Real Academia Española y proviene de Uruguay y Argentina (muy de moda en los años noventa a raíz de un suceso político conocido como el «diputrucho»). Sirve para definir cualquier cosa falsa o fraudulenta.
En publicidad, sirve para definir las piezas creadas con el fin de participar y ganar festivales publicitarios donde se premia la creatividad e ideas. Creatividad que las empresas rechazan muchas veces por el riesgo que conlleva el desembolso económico y la repercusión que se puede obtener. Parece una paradoja, pero como siempre (o casi siempre), el que pone el dinero es quien decide y, los empresarios prefieren seguridad a riesgo, al fin y al cabo, es su dinero. Un día escribiré más y tendido acerca de los «truchos publicitarios».